Hace 50 siglos en la antigua Mesopotamia nació una mujer llamada Enheduanna. En aquella época las mujeres eran poco más que una mercancía y un medio de procreación. Pero Enheduanna era sacerdotisa e hija de un rey: aprendió a leer y escribió poemas en tablillas de barro, e hizo algo que ninguna otra persona, hombre y mujer, había hecho hasta entonces: firmó su obra. Así se convirtió en Enheduanna, la primera escritora de la historia.
Enheduanna, la primera escritora de la historia
El Día de la Mujer, en marzo, y el Día de las Escritoras, en octubre, son dos grandes ocasiones para recordar la enorme brecha de género que existe en la literatura y que ha restado reconocimiento y ha condenado al olvido importantes plumas femeninas. Resulta paradójico que una de las menos conocidas sea precisamente Enheduanna, la primera escritora de la historia, o todavía mejor: la primera persona en la Historia que firmó sus escritos, que tengamos constancia de ello.
Afortunadamente, muchos no la han olvidado, como la nueva temporada de Cosmos capitaneada por el astrofísico Neil deGrasse Tyson. A ella y a su legado dedican un episodio que me dejó fascinada. ¿Cómo es posible que la mayoría de nosotros no hayamos tenido constancia de esta mujer tan importante de la Antigüedad?
Afortunadamente, en la serie le brindan el reconocimiento que merece: Enheduanna fue hija del rey Sargón I de Acadia, que fue también el primero en la Historia en crear un imperio. Una de las ciudades más importantes de su imperio era Ur, y Enheduanna se convirtió en Suma Sacerdotisa de esta ciudad y en un alto cargo de su gobierno. Se sabe que dictó leyes y que se convirtió en una figura muy influyente de su tiempo.
Escribió muchos poemas, los más famosos son himnos dedicados a su amada diosa Innana que han sobrevivido hasta hoy, de forma que sus palabras pueden leerse 5.000 años después de ser escritas en ladrillos de barro cocido.
Tablillas con los himnos a la diosa Innana, escritos por Enheduanna.
Se cree que Enheduanna fue expulsada de Ur por una revuelta provocada por su propio hermano, pero después regresó a la ciudad. Y sus himnos a Innana se convirtieron en cantos litúrgicos que pervivieron a lo largo de los siglos, y la convirtieron en una figura casi mística.
Pero Enheduanna fue una persona de carne y hueso, los vestigios arqueológicos así lo demuestran, en especial un disco de alabastro originaria del reinado de Sargón, donde se habla de ella.
La corona de hojas de Enheduanna, la primera escritora de la Historia
Actualización. Si os fijáis en el vídeo de Cosmos de Enheduanna, sobre la cabeza lleva una diadema de hojas doradas. Este verano, visitando el Bristish Museum, pude por fin admirarla en persona, es una de las obras de arte más antiguas y bellas de la historia antigua.
Aunque parece un collar, en realidad se colocaba sobre la frente, se trata de una diadema de hojas de oro laminadas que penden de un hilo de cuentas de lapislázuli y de coralina.
Fue hallada en la excavación de 1927-1928 de la antigua ciudad sumeria de Ur, donde vivía Enheduanna, pero en realidad esta joya no le pertenecía, o al menos no es seguro que lo fuera. En realidad este tesoro fue encontrada en el enterramiento de la reina Pu-abi, aunque sabiendo que en realidad Enheduanna no era un nombre propiamente dicho, sino un cargo… ¿quién sabe si en realidad la primera escritora de la historia la lució en su cabeza?
Compañera de vitrina, también pude admirar otra maravilla del mundo antiguo: la famosa lira con cabeza de toro, que también fue encontrada en las tumbas reales sumerias de Ur en la década de 1920.
Ambos tesoros, la diadema de hojas de oro y la lira, aparecen en El azor y los cuervos, donde la cultura nórdica se topa de frente con la sumeria…
Enheduanna en Neimhaim
La peculiar historia de Enheduanna y el escaso reconocimiento de su mérito como primera escritora de la humanidad me llegó muy adentro, por eso quise darle una relevancia muy especial en El azor y los cuervos.
Su presencia tiene un eco en la reina Ênhedu-Innana, una diosa encarnada en una mortal, que durante 3.000 años ha protegido a su pueblo, los Kêngir, pero no ha podido impedir que su esplendor se haya convertido en arena y que ahora busque con desesperación la forma de impedir el final para los suyos.
¿Qué papel tiene la mitología sumeria en una trama situada en un mundo nórdico?
Sorprendentemente, hay muchas cosas que unen a ambas civilizaciones, por extraño que parezca: en este artículo que escribí para el blog de novela histórica XX Siglos lo explico con detalle.
Y si tenéis curiosidad por emprender el viaje a este mundo que salió de un sueño, os espero entre sus páginas.